Las movilizaciones, detonadas por la muerte de varias mujeres en un hospital de Agadir, denuncian la falta de inversión en sanidad y educación frente al gasto en estadios para el Mundial 2030.
Marruecos vive su cuarta noche consecutiva de protestas con una creciente movilización de jóvenes en las principales ciudades del país. Al grito de “¡Más hospitales, y menos estadios de fútbol!”, miles de manifestantes han salido a las calles para denunciar la falta de inversión en servicios básicos como la sanidad y la educación, frente al impulso millonario a las infraestructuras deportivas de cara al Mundial 2030.
En Oujda, la tensión se disparó tras la difusión de un vídeo en el que se ve cómo un furgón policial arrolla a un joven, que queda tendido en el suelo con una pierna ensangrentada. La secuencia se ha viralizado en redes sociales, donde la Generación Z marroquí la comparte para denunciar la violencia policial.
En Agadir, las protestas se intensificaron con la quema de vehículos, levantamiento de barricadas y lanzamiento de objetos contra los agentes. Aunque la mayoría de las movilizaciones se han desarrollado de manera pacífica, la represión ha sido contundente, con intervenciones policiales contra quienes grababan vídeos o intentaban hablar con periodistas.
El detonante del estallido social fue la muerte de varias mujeres embarazadas en un hospital de Agadir, un hecho que la población achaca a la falta de médicos y a las malas condiciones sanitarias. Este suceso, sumado al contraste con la rápida construcción de estadios de fútbol, ha encendido el descontento de los jóvenes, que denuncian el abandono de los servicios públicos esenciales.
Las protestas, lejos de apagarse, parecen extenderse cada noche con mayor fuerza y mantienen la presión sobre el gobierno marroquí, al que reclaman una respuesta inmediata a sus demandas sociales.
Fuente: Mundo Obrero