Los comunistas españoles alertan de una “deriva autoritaria” en Europa y reclaman a las instituciones comunitarias que actúen ante lo que consideran una vulneración grave de derechos políticos
El Partido Comunista de España (PCE) ha expresado su “más enérgica condena” tras la decisión del Tribunal Constitucional de Polonia de ilegalizar al Partido Comunista de Polonia (KPP). Una resolución que, según la formación española, constituye “un ataque frontal contra la libertad política” y un “gravísimo salto adelante” en lo que consideran una preocupante deriva anticomunista dentro de la Unión Europea.
Las autoridades polacas han justificado la medida alegando una supuesta “glorificación de regímenes totalitarios”. Para el PCE, se trata de una acusación “falsa y tergiversada” que pretende equiparar el comunismo con los horrores del fascismo y el nazismo. El partido recuerda que fueron precisamente las fuerzas comunistas las que protagonizaron la resistencia contra los regímenes totalitarios en Europa y que el Ejército Rojo —en el que participaron unidades polacas como la 1.ª División “Tadeusz Kościuszko” o el Ejército Popular Polaco— desempeñó un papel decisivo en la derrota del Tercer Reich.
El PCE considera “intolerable” que en pleno siglo XXI un Estado miembro de la UE pueda prohibir un partido comunista o perseguir una ideología “inseparable de la historia antifascista de Europa”. En su comunicado, la formación acusa a las instituciones comunitarias de mantener una “doble vara de medir” al permitir “una tolerancia ilimitada con la extrema derecha” mientras se criminaliza a quienes defienden “la justicia social, la igualdad y la paz”.
La organización española ha expresado su “total solidaridad” con los militantes del KPP y ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas democráticas y antifascistas europeas a denunciar la decisión de Varsovia. Asimismo, insta al Parlamento Europeo, a la Comisión y al Consejo a actuar de forma inmediata para impedir que otro Estado miembro vulnere derechos fundamentales “sin consecuencia alguna”.
El PCE concluye su declaración reiterando su repulsa a la “persecución de partidos comunistas, de la memoria antifascista y de los derechos políticos más básicos”. Y advierte: “Ninguna prohibición, ningún tribunal y ningún gobierno reaccionario podrá borrar la verdad histórica ni detener la lucha por un mundo libre de explotación, de fascismo y de barbarie”.
Fuente: Mundo Obrero






