Albacete fue la sede de las Brigadas Internacionales, que llegaron aquí el 14 de octubre de 1936 para luchar contra el fascismo. Para ellos, la lucha contra el fascismo era internacional: la Italia de Mussolini y la Alemania nazi ya habían sucumbido a él, y por eso muchos comunistas, socialistas y anarquistas vinieron aquí a luchar.
Miles de brigadistas vivieron en Albacete, y a eso se debe que hoy existan muchos lugares que les rinden homenaje.
En la Universidad de Castilla-La Mancha, al lado de la Biblioteca General, existe una escultura instalada en 2008 en su recuerdo.
Los brigadistas llegaron principalmente por tren desde Alicante y Valencia. En la avenida de la Estación, donde estaba situada la antigua estación de tren —actualmente la Delegación Provincial de Educación—, hay colocada una placa en su homenaje. También desde aquí partían con destino a los diferentes frentes de Madrid.
También existe el CEDOBI, el Centro de Interpretación de las Brigadas Internacionales, en la calle Tesifonte Gallego, que cuenta con un gran archivo dedicado a su memoria.










