Este sábado 25 de octubre, en Albacete, más de mil personas se manifestaron pidiendo el fin del genocidio que Israel está cometiendo sobre el pueblo palestino y exigiendo una paz justa y duradera. La manifestación empezó en la Punta del Parque y continuó hasta la plaza del Altozano, por la calle Ancha.
Han pasado casi dos años desde que el régimen criminal de Israel iniciara su último plan de exterminio de la población palestina, y decenas de movilizaciones en Albacete contra el genocidio. El saldo es estremecedor: cerca de 70.000 muertos, de los cuales aproximadamente un tercio son niños. El bombardeo de hospitales y campamentos de refugiados, el uso del hambre como arma de guerra, el plan de anexionarse Gaza y Cisjordania o el asesinato de más de 200 periodistas son parte de la larga lista que conforma la estrategia genocida de Netanyahu y su gobierno.
La ciudadanía de Albacete se ha situado frente a la complicidad de la Unión Europea —que mantiene acuerdos comerciales, militares y diplomáticos con Israel— y la pasividad de una comunidad internacional cada vez más responsable de los crímenes internacionales que comete Israel. Al Gobierno de España se le ha exigido que no basta con declaraciones: es imprescindible concretar medidas: embargo inmediato de armas y materiales susceptibles de ser usados en la represión, ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, y apoyo decidido a los tribunales internacionales para que los responsables políticos y militares rindan cuentas por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Cada día que se demora en adoptar estas decisiones aumenta la complicidad de nuestro país con la barbarie.













