En una jornada calificada como histórica, este viernes se ha firmado el acuerdo entre los sindicatos CCOO y UGT y el Ministerio de Trabajo para reducir la jornada laboral máxima legal de las actuales 40 horas semanales a 37,5 horas, sin afectar los salarios. Este cambio, que será tramitado en el Parlamento para su implementación en los próximos meses, representa la primera modificación de la jornada máxima legal desde 1983.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, destacó la importancia de este acuerdo, señalando que “hoy es un día significativo para las personas trabajadoras porque se cierra una negociación que ha ocupado gran parte de este año y que modifica la jornada máxima legal de trabajo por primera vez en cuatro décadas”. Además, subrayó que la reducción de la jornada busca no solo mejorar las condiciones laborales, sino también abordar las complejidades sociales y económicas del mercado laboral actual.
Sordo aseguró que el acuerdo garantiza que no habrá recortes salariales, una condición fundamental para proteger las condiciones de trabajo y evitar que la medida derive en desigualdades. “El objetivo de este acuerdo es mejorar la calidad de vida de las personas trabajadoras, redistribuir los beneficios económicos del incremento de la productividad y fomentar la igualdad en las condiciones laborales”, afirmó.
El acuerdo incluye también medidas innovadoras, como una nueva regulación del registro horario mediante sistemas telemáticos, que buscan evitar potenciales fraudes y garantizar que las horas de trabajo no excedan el nuevo límite. Además, se incorpora el derecho a la desconexión digital, con el objetivo de proteger la conciliación personal y familiar de los trabajadores.
Desde CCOO, señalan que esta reducción de la jornada responde a una demanda histórica del movimiento sindical y refleja las nuevas realidades económicas. Según datos de la OCDE, entre 1990 y 2022, la productividad por hora trabajada creció un 30%, mientras que los salarios reales solo aumentaron un 11,5%. “El cambio era necesario para redistribuir el tiempo y los beneficios de la productividad”, explicó Sordo.
El texto del acuerdo también aborda las desigualdades existentes entre sectores como la hostelería, el comercio y la agricultura, donde aún se registran jornadas cercanas al máximo legal. Según Sordo, la medida busca tener un impacto directo en la igualdad de género, ya que “muchas de las jornadas más largas afectan a sectores feminizados”. Además, ampliar el tiempo libre disponible contribuirá al bienestar personal y familiar de los trabajadores.
Un acuerdo que requiere respaldo parlamentario
El éxito de esta medida dependerá del respaldo de los grupos parlamentarios, quienes tendrán que garantizar su implementación mediante la aprobación de la normativa en los próximos meses. “Somos conscientes de que su éxito dependerá de la colaboración y el apoyo de todos los grupos parlamentarios, para que esta norma se convierta en una realidad que mejore la vida de la clase trabajadora española”, concluyó Sordo.
Este acuerdo no solo simboliza un cambio histórico en las condiciones laborales, sino que también representa un avance hacia un modelo productivo más justo, sostenible y adaptado a las necesidades de las personas trabajadoras y de la sociedad actual.
Fuente: Mundo Obrero