CCOO denuncia un enfoque «securitario» y alerta sobre la externalización de los centros de detención
La Comisión Europea ha presentado una propuesta para establecer un sistema común de expulsiones dentro de la Unión Europea, en cumplimiento de su plan de trabajo para 2025. La iniciativa busca reforzar el control migratorio a través de la coordinación entre los Estados miembros, con medidas que incluyen la facilitación de las deportaciones de personas en situación irregular y la colaboración con terceros países. Sin embargo, la propuesta ha suscitado fuertes críticas por parte de sindicatos y organizaciones sociales.
La Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) ha expresado su rechazo a la iniciativa, denunciando lo que considera un «anacrónico y miope» enfoque securitario por parte de la Comisión Europea. Según el sindicato, la UE persiste en una estrategia basada en el blindaje fronterizo, la persecución de redes de tráfico de personas y la agilización de los procesos de expulsión, sin abordar la realidad de las migraciones de manera integral. «Es más de lo mismo, año tras año, sin que sus intentos de aplicación hayan demostrado efectividad», afirman desde CCOO.
Centros de detención en terceros países: una medida controvertida
Una de las medidas más polémicas de la propuesta es la posibilidad de establecer centros de detención en países terceros para personas deportadas desde la UE. Para CCOO, esta externalización de las expulsiones supone un grave retroceso en la protección de los derechos humanos, al dar credibilidad al «modelo Meloni», que ya ha sido cuestionado en Italia por vulnerar derechos fundamentales. El sindicato advierte que esta medida podría comprometer derechos básicos como el asilo, la asistencia letrada efectiva y la garantía de no ser retornado a un país que no pueda ofrecer seguridad.
Migración laboral y enfoque multilateral
CCOO también critica que la Comisión Europea centre su discurso exclusivamente en la migración irregular, sin desarrollar estrategias para gestionar la migración laboral. Según el sindicato, la UE requiere de una política migratoria «real y realista», con vías legales efectivas que faciliten la movilidad de trabajadores y trabajadoras en un marco seguro y ordenado. Para ello, proponen una gestión coordinada desde los países de origen, con la participación de los agentes sociales y en línea con las directrices del Pacto Mundial para la Migración de Naciones Unidas.
El debate sobre la nueva propuesta de la Comisión Europea está servido. Mientras la UE busca fortalecer su política de expulsiones, sectores sindicales y sociales insisten en la necesidad de una visión más amplia que reconozca la migración como un fenómeno estructural que exige respuestas más allá del control fronterizo.
Fuente: Mundo Obrero