Discurso del Secretario Provincial de Albacete, Pablo Tendero, durante el acto en homenaje a Asterio Leal y posterior entrega de carnets del PCE.
El pasado 15 de diciembre, Madrigueras acogió un emotivo acto organizado por el Partido Comunista de España (PCE), donde se rindió homenaje a Asterio Leal y se renovó el compromiso militante de la provincia de Albacete con la entrega de carnets a la afiliación. Durante el evento, el secretario provincial, Pablo Tendero, ofreció un discurso en el que destacó la importancia de la lucha obrera, la formación ideológica y el compromiso activo con el Partido.
Queridas camaradas, queridos camaradas:
Primero, antes de nada, daros las gracias a todas las personas que habéis asistido a este acto. Hace mucho tiempo que la militancia de la provincia, simpatizantes y gente allegada no se juntaba. Hoy, vuestra presencia no solo llena este espacio, sino que también refuerza nuestro compromiso colectivo y nos recuerda que juntos somos más fuertes.
Hemos querido unir dos momentos importantes: el homenaje a nuestro camarada Asterio y la entrega de los carnets del Partido. Y esto no es una coincidencia. Es una forma de demostrar que todo lo construido y peleado por gente como Asterio todavía sigue vivo. Su ejemplo, su lucha, su compromiso no son recuerdos estériles. El mejor homenaje que podemos hacerle no es solo recordarle, sino militar activamente, tal como él nos enseñó a tantos de nosotros.
El ejemplo de Asterio: una vida de lucha
Asterio fue un ejemplo de compromiso incansable. Su militancia no conocía fronteras ni descansos. Su vida es testimonio de que el Partido Comunista no es solo una organización política: es un proyecto de transformación radical de la sociedad, de lucha por la justicia social, por la igualdad y por la dignidad de nuestra clase. Nos enseñó que el comunismo no es una idea abstracta, sino una práctica diaria.
Hoy, al entregar los carnets a las nuevas y los nuevos militantes, quiero recordar que el carnet del Partido no nos hace militantes. La militancia no es un título; es una forma de vivir, de actuar, de comprometerse. Es en la calle, en los centros de trabajo, en los barrios, en las luchas cotidianas donde demostramos que somos comunistas.
Militancia activa y compromiso diario
Debemos ser conscientes de que la militancia se hace y se demuestra día a día. Necesitamos estar presentes en la vida del núcleo, participar activamente en la toma de decisiones, y apoyar todas las luchas en las que la clase obrera esté involucrada. Como dijo Asterio en más de una ocasión: «No basta con ser del Partido; hay que estar con el Partido».
Hoy más que nunca, debemos hacer ver que seguimos aquí, que no hemos desaparecido, y que no vamos a desaparecer. Debemos volver a ser la referencia de la clase trabajadora, recuperar los derechos que nos han sido arrebatados por décadas de políticas neoliberales y reforzar nuestra presencia en cada espacio donde se debaten las necesidades de nuestra gente.
Entendamos también que nuestra militancia no puede quedarse encerrada en las reuniones de núcleo o en las redes sociales. Somos militantes del PCE todos los días y en todos los ámbitos: en nuestros centros de trabajo, en nuestros espacios de ocio, en los movimientos sociales. Y, sobre todo, debemos tener claro que somos el PCE y no vamos a diluirnos en otros partidos como muchos quisieran. Nuestra identidad, nuestras ideas, y nuestra historia son nuestra mayor fortaleza.
Un Partido en crecimiento, pero con retos por delante
En los últimos tiempos, hemos conseguido recuperar la actividad en los núcleos, hemos dado a conocer nuestro trabajo a través de las redes y los medios, y esto se ha visto reflejado en un crecimiento notable de la afiliación. Nuevas compañeras y compañeros se han unido al Partido, aportando energía, ideas y compromiso. Es emocionante ver cómo estas nuevas altas están interviniendo activamente y contribuyendo al trabajo colectivo.
Sin embargo, también hemos detectado desafíos que debemos abordar con seriedad. Uno de ellos es la brecha de género en nuestra militancia. Actualmente, dos tercios de nuestras filas son hombres y solo un tercio mujeres. Esto nos obliga a reflexionar y actuar. ¿Cómo podemos hacer que el Partido sea un espacio más cómodo, más inclusivo, y más comprometido con el feminismo? Porque militar en un partido feminista no nos hace feministas por automático. Es necesario formarnos, revisar nuestras prácticas y garantizar que todas las compañeras se sientan valoradas y respetadas.
Como decía Clara Zetkin: «Donde las mujeres luchan por su emancipación, luchan también por la liberación de toda la humanidad». Incorporar el feminismo en nuestras prácticas no es solo una cuestión de justicia, es una necesidad revolucionaria para garantizar la igualdad y fortalecer nuestra lucha.
La importancia de la formación y el debate
Asterio siempre hizo hincapié en la formación como un pilar esencial de la militancia comunista. Formarse es un derecho y un deber, y debe ser tanto colectiva como individual. Nunca dejamos de aprender. Nunca dejamos de cuestionar. Nunca dejamos de debatir. La formación es lo que nos permite interpretar el mundo para transformarlo, como nos enseñó Marx.
Por eso, os animo a no dejar de acudir a las reuniones de núcleo, a proponer ideas, a debatir, a nutrir nuestros espacios con contenido. El debate no nos divide; nos fortalece. Y como decía Asterio, «La unidad no es ausencia de crítica; es el compromiso de avanzar juntos».
El auge de la ultraderecha y la lucha obrera como respuesta
No podemos ignorar el auge de la ultraderecha y el fascismo en estos últimos años. Este crecimiento no es casual: es el resultado de un sistema que busca dividir a la clase trabajadora, enfrentándonos entre nosotras y nosotros mientras los poderosos siguen enriqueciéndose. La ultraderecha intenta apropiarse del discurso de la clase obrera, pero no debemos permitirlo. Sabemos que su proyecto no busca defender a nuestra clase, sino perpetuar la explotación y la desigualdad.
Como dijo Lenin, “El fascismo es el capitalismo en descomposición”. En estos tiempos de crisis, debemos estar más organizados que nunca para enfrentar esta amenaza. La historia nos ha enseñado que solo la unidad y la lucha consciente pueden derrotar al fascismo.
Debemos ganar el discurso sobre la clase obrera. Y para ello, el único camino es la lucha obrera, la sindicalización, la intervención en los centros de trabajo, en los movimientos vecinales y, por supuesto, la militancia activa en el PCE. Es nuestra tarea desenmascarar a quienes pretenden dividirnos y demostrar que solo desde la unidad de la clase trabajadora podemos construir un futuro digno y justo.
Como decía Stalin: «El pueblo necesita la verdad y no las mentiras». Nuestra verdad, la verdad de la clase trabajadora, es nuestra mayor herramienta para combatir las mentiras del fascismo y el neoliberalismo.
La lucha antifascista no es solo un deber histórico, es también una necesidad del presente. No podemos ceder ni un milímetro ante quienes buscan acabar con nuestros derechos y libertades. Y es en los centros de trabajo, en las calles y en nuestros barrios donde debemos plantar cara, organizarnos y avanzar.
Cierre: el legado de Asterio y el futuro del Partido
Compañeras y compañeros, hoy rendimos homenaje a un camarada cuya lucha fue ejemplar, pero también miramos al futuro. El mejor homenaje a Asterio es continuar su obra, es demostrar que el PCE no es solo un partido del pasado, sino una herramienta indispensable para el presente y el futuro. Somos el Partido de la clase trabajadora, somos el Partido de las luchas obreras, somos el Partido del feminismo, del ecologismo, de la justicia social.
Con cada carnet que hoy entregamos, renovamos nuestro compromiso con esa lucha. No estamos solos. Somos muchas y muchos, y cada vez seremos más. Asterio nos dejó un camino trazado; ahora nos toca a nosotros recorrerlo.
Sigamos su ejemplo, con valentía, con compromiso, y con la convicción de que un mundo mejor no solo es posible, sino necesario. Por Asterio, por el Partido, y por la clase trabajadora.
¡Viva el Partido Comunista de España! ¡Viva la clase obrera!

