La inversión en defensa compromete los derechos sociales y condena a la clase trabajadora a pagar los costos de una política belicista y neoliberal.
La Unión Europea está avanzando peligrosamente hacia una deriva militarista bajo el liderazgo de Ursula von der Leyen y sus aliados atlantistas. En lugar de promover la paz y la cooperación internacional, la Comisión Europea apuesta por un rearme masivo que pone en riesgo el bienestar de la ciudadanía. A través del plan «ReArm Europe», se pretende destinar más de 800.000 millones de dólares a la industria militar estadounidense, desviando fondos esenciales para la sanidad, educación y otros servicios públicos básicos.
Esta política de militarización ha sido impulsada principalmente por el eje Londres-París, que presiona a los gobiernos europeos a aumentar el gasto en defensa a costa de la inversión en bienestar social. En particular, se exige a España una contribución anual de 25.000 millones de euros, una cifra alarmante que podría destinarse a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Además, las declaraciones de Mark Rutte, secretario general de la OTAN, revelan la verdadera cara de este plan: recortar pensiones y servicios esenciales para financiar un aumento en el gasto militar.
Lo más preocupante es que el belicismo europeo no se limita a la confrontación con Rusia, sino que se proyecta hacia una futura confrontación con China. La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, ha dejado claro que el conflicto con Rusia es solo el inicio de una estrategia de guerra global que amenaza con arrastrar a Europa a una espiral de violencia y desestabilización.
Frente a esta amenaza, el Partido Comunista de España defiende una alternativa basada en la paz, la justicia social y el respeto a la soberanía popular. Es urgente cambiar el rumbo hacia una Europa libre de conflictos armados, donde los recursos se inviertan en políticas sociales que beneficien a la mayoría de la población. La guerra debe terminar de inmediato, y la única vía para lograrlo es a través de soluciones políticas y diplomáticas que prioricen el bienestar de los pueblos.
El PCE hace un llamado claro: ¡No al plan «ReArm Europe»! ¡No a la militarización de Europa! ¡Alto el fuego inmediato y una Europa basada en la paz, el desarme y la cooperación internacional!