Feminismo y paz van la mano porque no podemos construir espacios seguros y de paz sin igualdad
Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el PCE llama a convertir esa jornada en una acción global antifascista y por la paz. Considera que la guerra es la expresión de violencia patriarcal más extrema que existe y por tanto el feminismo tiene que seguir aportando los valores de la paz, porque la paz, afirman, «es un elemento imprescindible para poder vivir una vida digna de ser vivida». «La necesidad de un mundo en PAZ es lo que nos permite poder seguir avanzando en derechos e igualdades», añaden.
El patriarcado y el capitalismo neoliberal, expresado en los roles y estereotipos asignados al género masculino, nos llevan al fascismo, la desigualdad y la guerra, por eso el feminismo y la paz han ido siempre de la mano, para construir espacios de igualdad, donde se construye la seguridad y la paz, frente a la desigualdad del fascismo que sustenta la guerra, el racismo, la xenofobia y el sexismo, la opresión y el desprecio de los débiles, afirma el PCE en su manifiesto para el 8 de Marzo.
Se trata de poner la vida en el centro y desplegar una agenda de derechos para todas las personas, afirman desde el PCE, y arremeten contra la estrategia de Vox, que niega las violencias y desigualdades de género.
En un escenario mundial bélico como el de Ucrania, de bloqueo y acoso económico contra Cuba y Venezuela, de continuidad del genocidio en Palestina y de avance de la ultraderecha y el fascismo, es necesario, afirman desde el PCE, «centrar este 8M en la necesidad de la PAZ y la justicia social».
La lucha por la vida cobra más valor, afirman desde el PCE, a la luz de la agudización de la contradicción capital-vida, «haciendo del cuidado el eje central de nuestras reivindicaciones», entendiendo que el cuidado de la vida «debe pasar a primer nivel de valoración en la sociedad» pero no dando por descontado que el trabajo de cuidados siga recayendo en las mujeres de manera invisible y gratuita».
El derecho al aborto libre, gratuita y sin obstáculos y el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo y su vida es de nuevo objeto de reivindicación frente a la misoginia del neofascismo «que pretende utilizar los cuerpos de las mujeres como campo de batalla».
Trabajo digno, acceso a la vivienda y corresponsabilidad en los cuidados, así como equiparación salarial entre mujeres y hombres son objeto también de reivindicación en la jornada del 8 de Marzo, así como la lucha contra las situaciones de esclavitud en la prostitución o en las redes de trata para la explotación sexual o los matrimonios forzados.
Un mundo alternativo, con mirada feminista lleva a ocupar de nuevo las calles este 8 de Marzo, «en defensa de los derechos humanos de todas las mujeres, para acabar con la feminización de la pobreza y que se establezca el desarrollo de sistemas públicos de cuidados universales frente a la financiación de las guerras. Urge recuperar, dicen desde el PCE, el lema del feminismo: «Ni guerra que nos destruya, ni paz que nos oprima».
Fuente: Mundo Obrero