Mientras algunos líderes mundiales siguen negando la crisis climática o distraen la atención con discursos grandilocuentes, la realidad sigue su curso. El Servicio Copernicus de la UE ha confirmado que enero de 2025 ha sido el más cálido de la historia, con una temperatura media global de 13,23°C, lo que supone 1,75°C por encima de los niveles preindustriales.
“Enero de 2025 ha sido otro mes sorprendente, que continúa con las temperaturas récord observadas durante los últimos dos años, a pesar del desarrollo de condiciones de La Niña en el Pacífico tropical y su efecto de enfriamiento temporal en las temperaturas globales”, ha explicado Samantha Burgess, directora adjunta del servicio climático europeo.
Estos datos no son una anomalía, sino la confirmación de una tendencia alarmante: 18 de los últimos 19 meses han superado el umbral de 1,5°C respecto a la era preindustrial. Un hito que echa por tierra los objetivos del Acuerdo de París y sitúa al planeta en un punto crítico.
El impacto del calentamiento global es especialmente severo en Europa, el continente que más rápido se está calentando. Según los registros de Copernicus, la temperatura media en tierra firme europea en enero de 2025 fue 2,51°C superior a la media de 1991-2020, convirtiéndose en el segundo enero más cálido de la historia, solo por detrás de 2020.
Las regiones más afectadas han sido el sur y el este del continente, donde los registros térmicos han batido récords. Sin embargo, algunas zonas como Islandia, Irlanda, Reino Unido, el norte de Francia y Fenoscandia (península escandinava y Kola) han registrado temperaturas inferiores a la media, en una muestra de los patrones extremos e irregulares que caracterizan el cambio climático.
Los efectos de estas temperaturas extremas también se hacen notar en los polos. La extensión del hielo marino del Ártico en enero de 2025 ha sido un 6% inferior a la media, igualando los niveles de enero de 2018. En la Antártida, la situación no es mucho mejor: el hielo marino ha sido un 5% menor a la media, aunque con valores menos dramáticos en comparación con los mínimos históricos de 2023-2024.
La urgencia de una acción climática real
Estos datos llegan en un contexto de inacción política preocupante. A pesar de las reiteradas advertencias de la comunidad científica, los compromisos de reducción de emisiones siguen siendo insuficientes. Mientras tanto, los efectos del calentamiento global se intensifican, con olas de calor más frecuentes, incendios devastadores y sequías prolongadas que afectan a millones de personas.
La pregunta que queda en el aire es cuánto tiempo seguirá el mundo ignorando las señales inequívocas de que el planeta arde y que el tiempo para actuar se agota.
Fuente: Mundo Obrero