La Alianza Cero Deforestación, que incluye a Ecologistas en Acción, ha hecho un llamado al Parlamento Europeo para rechazar la propuesta de la Comisión Europea de retrasar hasta 2026 la aplicación del reglamento contra la deforestación. Esta normativa estaba prevista para enero de 2025, pero la presión empresarial ha influido en la propuesta del aplazamiento.
Ecologistas en Acción denuncia que este retraso permitirá que «la deforestación continúe durante 12 meses más», lo que supone un grave impacto ambiental. La organización subraya que las empresas que ya han invertido para cumplir la normativa se verán penalizadas, mientras que aquellas que han evitado adaptarse resultarán beneficiadas.
La Alianza alerta de las graves consecuencias ambientales, afirmando que este aplazamiento implicaría la destrucción de 2.300 km² de bosque, según los propios cálculos de la UE, y la emisión de dióxido de carbono equivalente a la contaminación de 18 millones de coches. «Cada minuto que se retrase la aplicación de la ley, se arrasaría una superficie forestal del tamaño de un campo de fútbol», sostienen. El año pasado el mundo perdió una superficie forestal casi tan grande como Suiza; una destrucción que liberó aproximadamente la mitad de dióxido de carbono que Estados Unidos emitió por la quema de combustibles fósiles, según Ecologistas en Acción.
El grupo ecologista insta a las autoridades europeas, incluida la presidenta Ursula von der Leyen y la comisaria Teresa Ribera, a mantener la fecha original y a intensificar los esfuerzos de protección ambiental, asegurando que la Unión Europea no retroceda en su compromiso con la transición ecológica.
La propuesta de retrasar la ley contra la deforestación llega en un momento crítico, mientras incendios devastadores afectan al Pantanal brasileño y a los bosques de Paraguay, Bolivia y Argentina. Estos fuegos, según denuncian los ecologistas, son provocados por la agroindustria para expandir cultivos como la soja y el maíz, aceleran el cambio climático al liberar grandes cantidades de carbono. «El calentamiento global, a su vez, es un factor de aceleración de los incendios en todo el planeta en una espiral destructiva dramática, con efectos directos sobre la vida humana», denuncian.