De enero a julio de 2024 han muerto 62 trabajadoras al mes, es decir, 2 trabajadoras cada día
El Ministerio de Trabajo y Economía Social publicó el pasado viernes 13 el avance de estadísticas de accidentes de trabajo del periodo enero-julio de 2024. Los datos muestran que los accidentes de trabajo con baja aumentaron un 1% respecto al mismo periodo del año anterior. La cifra más dramática es la muerte de 435 trabajadores y trabajadoras por accidente laboral en su centro o de camino al mismo. Esto implica que han muerto 62 trabajadoras al mes, es decir, 2 trabajadoras cada día.
Este lunes conocíamos la noticia de un nuevo trabajador que falleció tras sufrir un accidente laboral en una obra en la localidad de Lumbier, Navarra. El siniestro se ha producido en una obra cuando el hombre, de 42 años, ha sufrido una caída desde un andamio de una altura equivalente a un tercer piso. A su llegada, los servicios de emergencia han realizado maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) pero no han podido hacer nada para salvar la vida del hombre, que ha fallecido en el lugar, según informa Navarra Televisión.
El avance estadístico nos muestra que las víctimas mortales de esta violencia sistémica han aumentado en 36 respecto al mismo periodo del año anterior. Este aumento supone un incremento del 9%, siendo mucho más elevado el incremento de muertes in itinere, es decir, en los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo (del 22,4% respecto al año anterior).
Buscando la causa de las 353 vidas arrebatadas en los centros de trabajo destacan los incrementos en fallecimientos por choques o golpes contra un objeto en movimiento (42,9%), los atrapamientos, aplastamientos y amputaciones (17,4%) y las caídas (17,4%). Comisiones Obreras recuerda que “se trata de unos tipos de accidentes muy fácilmente prevenibles y que denotan la falta de medidas de seguridad en la empresa”.
Estos datos se relacionan claramente con el sector de actividad económica en los que se producen las muertes. Los índices de incidencia (número de accidentes por cada 100.000 personas trabajadoras) de mortalidad laboral más altos los encontramos en la construcción con 0,834; el agrario con 0,621 y la industria 0,353. Respecto al sector servicios se produce la anomalía de que se ha producido 181 muertes (lo que corresponde a más del 50% de las muertes por accidente laboral en el centro de trabajo) y al mismo tiempo tiene el menos índice debido a que en relación al número de trabajadoras del sector es el que menor incidencia tiene.
Ante estos datos Mariano Sanz Lubeiro, secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CC.OO., ha señalado que “Tenemos un grave problema de siniestralidad laboral en este país y los sindicatos ya no somos los únicos en decirlo”. El Fiscal de Sala Coordinador de Seguridad y Salud en el Trabajo ha indicado en la Memoria Anual de 2024 de la Fiscalía General del Estado que desde 2013 ha vuelto a crecer la siniestralidad laboral en nuestro país. Ante esta situación ha apuntado a una relajación en el cumplimiento y aplicación de la normativa preventivo-laboral como motivo de este hecho. “Es algo que CC.OO. viene denunciando desde hace una década y es uno de los peores indicadores sociolaborales de España”, ha añadido Mariano Sanz.
Para combatir los accidentes laborales y las enfermedades profesionales se necesita formación en seguridad y equipos de protección suficientes y adecuados para la plantilla. También se requiere de personal suficiente, horarios adecuados y salarios dignos para que las trabajadoras puedan hacer sus tareas en las condiciones óptimas. Respecto a la organización de las empresas, cuando se fomentan fórmulas de presión insostenible, se permiten dinámicas de acoso o se escoden riesgos, todas estas acciones crean un clima perfecto para la proliferación de enfermedades y accidentes contra las trabajadoras.
La razón para no aplicar estas medidas que evitan la perdida de vidas es evidente. Cada casco, cada gafa de protección o cada turno bien cubierto requiere inversión. El funcionamiento del reparto de la riqueza en el capitalismo tiene que ver con el conflicto. El beneficio del empresario implica menor salario o peores condiciones para sus trabajadores y viceversa.
El Partido Comunista de España desde sus orígenes ha señalado la interrelación que hay entre la siniestralidad laboral y el actual sistema económico. La necesidad de extraer beneficio del trabajo por parte de los empresarios choca con la necesidad de invertir en medidas de seguridad y salud en el trabajo. Esta contradicción lleva a que, allí donde no hay organización de las trabajadoras, se despliegan menos medidas de seguridad por parte de la corporaciones. Las consecuencias de esta paradoja no son cifras, sino la perdida de vidas. En siete meses llevamos 435, en todo el año 2023 otras 762 y seguimos sumando.
Fuente: https://mundoobrero.es/2024/09/19/las-435-trabajadoras-de-las-que-no-se-habla/