Para entender qué es MUFACE debemos saber de dónde viene: los sistemas mutuales datan en España del S. XVI con las hermandades de socorro que, posteriormente, se convirtieron en montepíos en el S. XVII. Fue ya en el S. XVIII cuando se crearon montepíos para los distintos tipos de funcionarios: militares, de Ministerios y Tribunales y de Oficinas de la Real Hacienda. No fue hasta 1908 cuando se crea el Instituto Nacional de Previsión, el cual se puede entender como el predecesor de la actual Seguridad Social. Al principio del franquismo, los funcionarios entendían que sus prestaciones socio-sanitarias eran deficitarias y eso conllevó a que se retomaran las antiguas mutualidades. MUFACE, mutua de funcionarios civiles del estado, nace tal y como la conocemos ahora en 1975 aglutinando diversas mutuas para los distintos gremios. Junto con esta mutua, nacieron en el mismo año sus hermanas ISFAS (militares) y MUGEJU (personal de la administración de justicia) [1].
Centrémonos en este artículo en MUFACE. Cualquier funcionario civil del estado (policías, administrativos del estado, profesores y maestros, entre otros) una vez obtiene su plaza pasa a pertenecer de forma obligatoria a MUFACE, cabe recalcar la palabra “obligatoria”.
Esta mutua tiene tres patas:
-Jubilación: previamente a 2011 los funcionarios de MUFACE entraban dentro de las llamadas “clases pasivas” lo que se conoce vulgarmente como “la jubilación a los 60 años de profesores, maestros, etc.”. No obstante, todos los funcionarios civiles del estado que obtuvieron plaza a partir de 2011 ingresaron, a efectos de jubilación, en el régimen general de la Seguridad Social; lo que implica que se jubilarán con las mismas condiciones que el resto de trabajadores que pertenecen a la Seguridad Social. Nótese que los funcionarios que obtuvieron plaza antes de 2011 actualmente siguen perteneciendo a clases pasivas y se podrán jubilar a los 60 años.
-Prestación Sanitaria: todo funcionario perteneciente a MUFACE puede elegir que su prestación sanitaria se la dé Adeslas, ASISA, DKV o el I.N.S.S (en el caso de Castilla-La Mancha, el SESCAM). Lo irónico de este asunto es que un funcionario público civil del estado puede optar a una prestación sanitaria privada pagada con el dinero público del resto de los españoles, porque elegir prestación sanitaria pública o privada no tiene ningún efecto en la nómina. Lo mismo pasaría con MUGEJU e ISFAS.
-Otras prestaciones: los colectivos pertenecientes a MUFACE tienen algunas prestaciones como por ejemplo ayudas para estancias temporales en residencias asistidas o centros de días o ayudas para celiacos, entre otras. [2]
La que ha estado en boga estos días ha sido la segunda pata de MUFACE: la asistencia sanitaria; las otras dos siguen como estaban.
Como se ha dicho previamente, cuando se obtiene la plaza pública es cuando se decide si quieres que tu sanidad sea pública o privada (con el dinero de todos). Luego, la mera existencia de esta posibilidad, implica que haya un trasvase de fondos públicos para empresas sanitarias privadas (concretamente para DKV, ADESLAS y ASISA) No sólo es un asunto ético y moral que un funcionario público deba estar en la pública, sino que además implica una pérdida de fondos de la Sanidad Pública para dársela a la privada. Esta merma de dinero público no es una cuestión menor como veremos a continuación.
En este mes se ha hablado mucho de la polémica de MUFACE y de que la licitación para entidades sanitarias privadas se iba a quedar desierta. No obstante, el gobierno de España ha “solucionado” este asunto ¿Cómo? Dándole más dinero a las entidades sanitarias privadas para que atiendan a los funcionarios públicos entre 2025 y 2027. ¿Cuánto? En estos tres ejercicios se pretende pagar un 33.5% más a las entidades privadas, un total de 4478 millones de euros [3]. Hay que tener en cuenta que a 31 de diciembre de 2023 1.537.701 personas pertenecían a MUFACE según consta en la memoria de dicha entidad en el año 2023. Para que nos hagamos una idea de la magnitud de este agujero, los recortes de Cospedal en Sanidad en Castilla- La Mancha fueron de unos 2000 millones de euros [4]. Es palmario que la merma de dinero público que supone la asistencia privada sanitaria de MUFACE no es cuestión baladí, como tampoco lo es su homóloga en MUGEJU e ISFAS.
Y ¿Cuál es la postura de los sindicatos? ANPE y CSIF son claros defensores de la sanidad privada con dinero público, nada que sea de extrañar. Lo que es más sangrante es que sindicatos de clase como UGT o CC.OO o que sindicatos sectoriales supuestamente de izquierdas como STE hayan apoyado movilizaciones para defender a MUFACE, argumentando CC.OO que no se puede dejar tirados a tantos funcionarios de la noche a la mañana. Sea como fuere, es sangrante que estos tres últimos sindicatos no tengan una postura valiente y clara para la eliminación del concierto sanitario privado de MUFACE. En la noche en 24h Unai Sordo, secretario general de CC.OO, expuso el 11 de diciembre de 2024 que había que establecer una reflexión de fondo sobre este modelo y sobre la viabilidad de este modelo.
Espero que los sindicatos de clase y los sindicatos sectoriales de izquierdas hagan una reflexión profunda y defiendan claramente que, después de este periodo transitorio de tres años, se acabe de una vez por todas de financiar la sanidad privada con dinero público.
¿Y, los partidos políticos, qué opinan? Los partidos de izquierda como IU, PCE, SUMAR y Podemos son partidarios de pasar a los funcionarios públicos a la sanidad pública. ¿Y, el PSOE? Bueno, los 4478 millones de euros más que le van a dar a la sanidad privada hablan por sí solos.
[1] https://www.muface.es/muface_Home/muface/quienesSomos/historia-de-muface.html
[2] https://www.muface.es/muface_Home/Prestaciones/asistencia-sanitaria-nacional.html