Hoy nos desplazamos hasta Chinchilla de Monte Aragón, donde un sonido rebelde ha resonado durante más de una década. Skandalera, un grupo que fusiona el ska, el punk y el rock entre otros, celebra el próximo año su 15 aniversario. Con una trayectoria marcada por la energía de sus conciertos y letras que abordan temas sociales y políticos, han logrado conectar con un público apasionado. En esta entrevista, hablamos con los miembros de Skandalera sobre sus inicios, sus influencias musicales y cómo su música refleja la realidad que viven y observan. Desde sus primeras experiencias en el escenario hasta sus últimos lanzamientos, nos comparten su visión del panorama musical local y su deseo de seguir haciendo vibrar a la gente con su mensaje.
¿Cómo surgió la idea de formar el grupo y qué os llevó a elegir el rock ska punk como estilo musical?
Va a hacer 15 años el año que viene. Desde 2010. Pues ya ves, la idea salió de Cortijo, Juan y Chipi, cuando estaba antes. Dijimos: «Vamos a hacer un grupo de ska que no hemos visto nunca ninguno por aquí”, a nosotros nos molaba y fuimos reclutando gente por ahí que estaba tocando. Fernando estaba tocando en otro grupo, Miguel que tocaba el trombón, Gafas que tocaba la trompeta, Pablo entonces tocaba el bajo. Fuimos recogiendo gente, nos juntamos un día, y dijimos: «Vamos a probar a ver lo que sale,» y de ahí sacamos el primer tema. De ahí ya fuimos tirando. Hicimos un concierto en Chinchilla. Se dio de puta madre, le moló un montón a toda la gente con siete u ocho temillas que teníamos entonces, y ya hemos ido tirando. Hasta ahora, con idas y venidas. También fuimos mezclando un poco lo que nos gustaba a cada uno, y esto es lo que ha salido. Tampoco es ska puro porque tiene trazas de rock, tiene también trazas de cosas más heavy que le molan a alguno, y alguna cosa así. Lo que nos va surgiendo.
¿Cómo han sido vuestras primeras experiencias tocando en vivo?
Borrosas, pero guay. Al final, ya veníamos todos de tocar en algún lado, aunque éramos más críos. Cada uno ya había hecho algo con alguna otra banda. Y al final, eso fue lo bueno: que desde el principio a la gente le gustó un montón. Cuando estás arriba y ves que la gente lo baila y enseguida nos compraban los CDs, los llevaban en el coche y nos escuchaban, todo eso nos hacía ir para adelante. Al principio nos emborrachamos, demasiado punkis, y a veces nos tenían que afinar hasta la guitarra para empezar a tocar. Pero ahora, ya con los años y tal, hemos ido madurando un poco, musicalmente también. La mitad de los integrantes del grupo hemos estado en orquestas y cosas de esas, y muchos de ellos todavía están. Y entonces, quieras o no, musicalmente se nota, porque la gente curra.
¿Cuáles son sus principales influencias musicales y cómo creen que estas influencias resuenan vuestra música?
Cada uno tenemos cada uno es de su padre y de su madre. Tenemos de todo un poco. Juan siempre ha tirado más por el punk, como Gatillazo, La Polla Records, Ska-P. A Miguel le mola más el heavy, así que también hay partes más heavies. Ahora han entrado Javi y Miguel Cortijo que tienen un rollo más musical, y entonces las cosas salen más melódicas, ya que ellos saben de armonía. Es una mezcla de lo que nos ha gustado a cada uno. Luego, uno llega con un tema, con un trozo que es de una manera, y después el tema da una vuelta totalmente por otra cosa y es mucho más currado. Y si nos cuadra, todo esto está guay y se queda. Por eso, siempre es una mezcla de muchas cosas.
¿Podríais describirnos el proceso creativo detrás de vuestras canciones? ¿Quién se encarga de la composición y las letras?
Al principio, cuando éramos jóvenes, sí que teníamos a Miguel, que toca el trombón. Pero claro, como Miguel también ha tocado siempre la guitarra y el piano, toca de todo, la verdad. En los primeros temas, Miguel llegaba casi siempre con la música hecha. Nos pillaba con 16 años y nos decía: «Déjanos la guitarra». Él hacía la base y luego cada uno aportaba sus punteos, arreglos o lo que fuera. Y Juan solía hacer las letras encima de la canción, porque lo primero que llegaba era la música. Lo hacía de lo que le inspiraba a él la música. Ahora sí que es más en conjunto. Vamos con una base y lo vamos cambiando, y a lo mejor ocurre algo, o en el mismo local, sobre lo que tenemos y empezamos a tirar del hilo. Las últimas canciones que hemos sacado, nos juntamos cuatro en la casa de Miguel con una guitarra acústica y unos botes de cerveza, y así salió el tema. Entonces, ahora sí que va todo un poco más rodado, y la canción, desde el principio hasta que luego sale, cambia.
Vuestras letras abordan temas sociales y políticos. ¿Qué os inspira a escribir sobre estos temas y por qué?
Los últimos temas que hemos sacado son más rollo tema social. Yo creo que nos hemos hecho mayores, estamos hasta los huevos de ver la mierda que hay por ahí, todo lo que nos roban, lo esclavizados que nos tienen, trabajando para que cuatro se forren… Los medios de ahora intentan meter el racismo en la sociedad, un montón de cosas que al final nos tocan los cojones. A Juan le pilla un día de mala hostia y pues es lo que le sale. Yo pienso que la música tiene un papel concienciador que remueva un poco las mentes de la gente, y hace que te hagas preguntas que, a lo mejor, viendo la tele desde luego no te vas a hacer.
¿Qué opináis sobre la escena musical en Chinchilla y en Albacete? ¿Cómo creéis que vuestra música puede influir en el panorama local?
Bueno, pues ahora mismo lo de las salas está complicado, la verdad, sobre todo en Albacete, porque ahora mismo tienes dos. Yo toco, por ejemplo, este sábado en una de ellas y tienes que reservarla casi con un año de antelación, y pagar casi 200 €. En la otra ni nos han contestado últimamente; tienes que tener algún enchufillo o que se les haya quedado algún hueco. Eso en cuanto a salas. Y si quieres tocar en la Vive la Feria salvo que conozcas a alguien o te recomienden, es difícil. Antes sí que te llamaban más sin conocerte, te escuchaban y te llamaban así de muchos sitios, pero ahora está complicado.
¿Y en los pueblos que tampoco sale nada?
Sí, algún festivalillo. Hace poco nos llamaron del festival Raspa-rock este que hacen en El Herrumblar, y estuvimos a punto de ir, pero al final por trabajo con la orquesta de un miembro no pudimos. Es un poco complicado cuadrar bolos, pero al final hay algunos festivales que salen y te llaman, pero no como antes, que te llamaban de cualquier bar y te decían: «Venga, te doy tanto y vienes a tocar.» Ahora casi tienes que pagar tú. Eso ya no pasa.
¿Cómo gestionáis la promoción y difusión de vuestra música?
Pues ahora, como todo, por las redes sociales, es lo que se mueve: las redes sociales y el boca a boca. Y si te escuchan y les mola el rollo, pues síguenos en tal sitio y así estás al día de lo que vayamos sacando. Es difícil. La gente se ha vuelto muy cómoda, aun dándole las facilidades. Ahora solo tienes que pinchar en un enlace y ponértelo; aun así, a la gente le cuesta. Pero bueno, poco a poco. Ahora se mueve todo por Internet. Es que no hay otra manera. La gente ya no compra discos. Solo te queda Spotify y pagar porque te metan en una lista porque, para estar en una lista de reproducción, hay que pagar al que tenga la lista con más seguidores para que te genere reproducciones y te escuchen. La verdad es que el algoritmo ahí nos jode a los que empezamos y premia a los que ya tienen mucho. El algoritmo de los cojones.
¿Qué tal se está dando el lanzamiento de vuestro último EP?
Acabamos de terminar de lanzarlo con cuatro temas que hemos sacado en plan singles. No lo hemos lanzado en conjunto, sino que hemos lo hemos sacado cada X tiempo y hemos terminado de lanzarlo la semana pasada, que salió el último. Así que ahora, la idea, ya que termina el verano, es que podemos volver a juntarnos más o menos seriamente es empezar a enganchar cosas que ya teníamos por ahí colgando y ponernos con cosas nuevas. De cara a dentro de unos meses, volver a meter en el estudio cuatro o cinco temas bien preparados. Los cuatro que grabamos a principios de año son los cuatro que hemos sacado ahora en estos dos últimos meses, pues los hemos sacado todos en EP. Preferimos lanzarlas en plan single porque tiene más tirón sacar temas, y poco a poco se escucha. Porque el anterior que sacamos, «Solo un latido», sí que lo sacamos de una, y más que nada por los algoritmos y todo eso de las plataformas, porque luego el tema que te lleva, cuando ya has escuchado uno, te recomienda el nuevo. Si lo lanzas de una, la gente te lo escucha una vez y a lo mejor ya no te vuelve a poner. El nuevo que vayas a sacar, como que le da un poco de tirón al anterior y el siguiente que saques a los otros dos. El Spotify te recomienda si le gustas a alguien y te mete en novedades o en alguna lista que le pueda molar, pero estás con opciones de que te seleccionen durante un mes. Entonces, más o menos, se sacan cada tres o cuatro semanas. Al final, el que manda es el puto Spotify.

¿Con qué otros músicos o bandas os gustaría colaborar en el futuro?
Con todo el que quiera echar una mano, gente así famosilla que haga un estilo similar, o tampoco tiene por qué tener el mismo estilo. Pero sí saca temas así sociales o comprometidos un poco con la desigualdad que tenemos. Por querer con cualquiera que nos pueda ayudar, ojalá con Evaristo. También estoy diciendo que ojalá, y tampoco hemos probado nunca.
Los Wacheras del frenillo tienen colaboraciones con Trashtucada y con Boikot
Tampoco se nos ha ocurrido nunca la idea de mandar una maqueta a uno allí y decirle si quiere colaborar en el tema. No nos hemos planteado. Por si nos dicen que no, o porque no les vas a tocar los cojones, le mandarán 100 al día. Pero el que no lo intenta…
¿Qué esperáis lograr a largo plazo con vuestro grupo?
Vivir de la música (Risas) como todo el que se mete. Pero si al final puedes vivir de esto, sería la hostia, eso está claro. Pero bueno, por querer, no hablando tan a largo plazo, sino más a corto plazo, que puedas hacer bastantes bolos, que te vea la mayor gente posible y recorrerte los más sitios que puedas y conocer gente pasándotelo bien. Al final, el objetivo de la banda es que te escuche la máxima gente posible y tú, solito en el escenario, disfrutar viendo a la gente desde abajo. Cuanta más gente, mejor.
¿Qué mensaje os gustaría enviar a vuestros seguidores y a aquellos que están descubriendo vuestra música por primera vez?
Que no dejen de escucharnos. Escuchen lo que tenemos y lo que nos queda en el tintero. Que escuchen las letras que dan muchos mensajes, pero sobre todo a la gente que nos escucha o empieza a escucharnos que, si ve que tocamos en algún sitio, que venga a vernos. Lo va a pasar de puta madre.
Para finalizar: ¿Nos recomendaríais algún grupo?
Yo ahora mismo recomendaría a unos chavales que tienen 15 o 16 años, que se llaman Zogo y son más punkis… son de Albacete y tocaron en la A.M.I.G.A. Hicieron una versión de Narco de La Hermandad de los Muertos que se puso el saco con la sotana. Más punkis que todos nosotros, veinte veces. Ahora han sacado tres o cuatro temas y están grabando. Hay que apoyar a las siguientes generaciones.