La Asociación de Promoción de Igualdad de Género de Albacete (ASPIGA) ha puesto de manifiesto serias deficiencias en la implementación de políticas de igualdad en Castilla-La Mancha, así como la precariedad laboral de los profesionales en este sector. A través de una denuncia pública, ASPIGA demanda medidas urgentes para asegurar una inclusión efectiva de la figura de promotor de igualdad de género en la oferta pública de empleo y la implementación de políticas de igualdad transversales y permanentes.
1. Falta de Personal Especializado en Centros Educativos y Públicos
ASPIGA destaca que en los centros educativos de Castilla-La Mancha no se cuenta con personal específico y capacitado en coeducación, una función que la Ley 12/2010 de Igualdad de Castilla-La Mancha exige para fomentar la igualdad y prevenir la violencia de género. La asociación señala que, en lugar de contratar a profesionales formados, se asigna esta responsabilidad a docentes sin formación específica en el tema. Esta carencia en la preparación de los encargados de coeducación, según ASPIGA, limita gravemente la eficacia de las políticas de igualdad y la prevención de conductas violentas en el ámbito escolar.
2. Condiciones Laborales Precarias
Los profesionales que han obtenido el título de Técnico Superior en Promoción de Igualdad de Género se enfrentan a condiciones laborales que ASPIGA califica como “precarizadas y temporales”. Estos profesionales suelen ser contratados para cubrir los denominados “puntos violeta” en eventos públicos o en actividades puntuales financiadas con subvenciones. Según ASPIGA, la mayoría de los contratos son temporales y no brindan estabilidad ni un salario digno, lo cual obliga a estos profesionales a buscar trabajo en otros sectores o a continuar formándose en áreas con mejores perspectivas laborales. Esta precariedad laboral, denuncia la asociación, desincentiva el ejercicio de una labor fundamental para el avance de la igualdad de género.
3. Petición de Integración en la Oferta Pública de Empleo
ASPIGA insta a las autoridades de Castilla-La Mancha a seguir el ejemplo de la Comunidad Valenciana, donde el perfil de Técnico/a Superior de Promoción de Igualdad de Género está integrado en la oferta pública de empleo. En dicha comunidad autónoma, este rol es parte fundamental de los equipos multidisciplinarios de servicios sociales, particularmente en municipios de más de 20,000 habitantes. A través de convenios entre los ayuntamientos y la Generalitat Valenciana, y con el apoyo de fondos europeos, la figura de promotor/a de igualdad de género tiene un papel estructural en los servicios sociales, promoviendo la igualdad de manera estable y efectiva. ASPIGA defiende que una medida similar en Castilla-La Mancha sería clave para asegurar un futuro laboral digno para estos profesionales y consolidar el trabajo en pro de la igualdad de género.
4. Comparativa con Buenas Prácticas en la Comunidad Valenciana
Para reforzar su denuncia, ASPIGA compara la situación en Castilla-La Mancha con el modelo implementado en la Comunidad Valenciana. En esta región, los promotores de igualdad no solo cuentan con un empleo estable, sino que forman parte de la estructura pública y trabajan en equipos multidisciplinares junto a profesionales de los servicios sociales. Además, se ha desarrollado una red de unidades de igualdad que tienen como función garantizar la perspectiva de género en todas las políticas públicas locales, promover la participación social de las mujeres e impulsar planes de igualdad que aseguren una sociedad más equitativa y libre de discriminación.
5. La Necesidad de Políticas Transversales y Permanentes
ASPIGA considera que la implementación de políticas de igualdad no debe limitarse a proyectos temporales, sino que requiere de un enfoque transversal y permanente en todas las áreas de las instituciones públicas, en especial en el ámbito educativo. La asociación subraya la urgencia de adoptar este enfoque debido a los altos índices de violencia de género entre los jóvenes y el incremento en el consumo de pornografía documentado por el Observatorio Estatal de Violencia de Género y el Consejo General del Poder Judicial. La asociación sostiene que los promotores de igualdad son profesionales clave para sensibilizar a la juventud y fomentar relaciones igualitarias y libres de violencia desde una temprana edad.
Conclusión
ASPIGA reclama que las instituciones de Castilla-La Mancha reconozcan la figura del promotor de igualdad de género como un perfil profesional indispensable para el desarrollo de una sociedad igualitaria. La inclusión de estos profesionales en la oferta pública de empleo, según ASPIGA, no solo garantizaría condiciones laborales justas, sino que permitiría llevar a cabo políticas de igualdad de manera efectiva y sostenida. La asociación considera que Castilla-La Mancha puede y debe adoptar medidas similares a las implementadas en la Comunidad Valenciana, asegurando así que las políticas de igualdad se gestionen por personal cualificado y comprometido con la causa de una sociedad sin discriminación y violencia de género.