El pasado martes 22 de octubre tuvimos el placer de poder entrevistar a Alberto Jiménez, actual secretario provincial de educación de CC.OO Albacete, quien ha anunciado que dejará su cargo a finales de este año. Esta entrevista, más que una entrevista, ha sido una conversación entre amigos pues quien hace las preguntas comparte afiliación, profesión e incluso nombre con el entrevistado.
Previo a ejercer la responsabilidad en el sindicato ¿Cuál era tu relación con él?
Comencé a trabajar en la empresa privada como ingeniero donde era un afiliado raso del sindicato que, aunque comprometido con la ideología del sindicato, no ejercía ninguna responsabilidad ni cargo. Fue cuando comencé a trabajar en educación cuando empecé a participar en el sindicato.
¿De dónde vino tu conciencia de clase?
De mi familia. Mi padre, camarero de profesión, era de izquierdas, un afiliado de base del sindicato. Aunque no tenía una formación ideológica fuerte fue capaz de transmitirme los valores de izquierda. Además, las CC.OO era algo como de la familia pues tanto mi padre como mis hermanos han sido afiliados a este sindicato. Recuerdo especialmente mi primera huelga general, fue en el año 89, a ella fui junto a mi hermano mayor de piquete.
¿En qué ha consistido tu labor dentro del sindicato?
En 2009 comencé a trabajar de permanente sindical, comúnmente conocido como liberado sindical. No fue hasta 2014 cuando cogí la responsabilidad de secretario provincial. Tomé esa responsabilidad por compromiso con el sindicato, así como por las ideas y retos que tenía mente para la educación de esta provincia. Cuando tomé la responsabilidad sabía que tenía que pagar un precio personal alto, pero quería aportar algo a la lucha sindical.
¿Cuál ha sido tu mayor desafío al frente del sindicato?
Conseguir que la gente con la que trataba tuviera conciencia de clase, así como desmontar en ellos el mensaje antisindical y corporativista presente en la sociedad. Actualmente hay una lucha dentro del mundo sindical entre un modelo de sindicato de clase y un modelo corporativista que, a mi juicio, es un modelo equivocado. Para intentar transmitir esto he tratado de poner en valor la unidad de los trabajadores en un sindicato de clase frente a la lucha individualista de los sindicatos corporativista. Ha sido la unidad de los trabajadores quien nos ha dado grandes avances, como los ERTEs durante la pandemia. Un sindicato corporativista no puede lograr eso. No obstante, esta labor ha sido como intentar achicar agua de forma constante.
¿Has recibido presiones?
No, a nivel personal no. Aunque te intentan persuadir nunca he recibido chantaje.
¿Qué retos le esperan a tu sucesora?
Un reto general es fomentar en los trabajadores la conciencia sindical, vienen tormentas pues el neoliberalismo está desbocado. Un reto más concreto sería revertir los recortes; el PSOE en Castilla-La Mancha ha dejado mucho que desear, después de casi una década el gobierno no se entiende como aún no se han revertido los recortes.
¿Cómo valorarías la conciencia de clase dentro del sector educativo?
La conciencia de clase trabajadora no es mayoritaria en el sector. A veces, los funcionarios docentes sienten que están fuera del juego entre dueños de empresas y trabajadores y consideran que la lucha de clases no va con ellos. La concertada es una realidad totalmente distinta que nos daría para otra entrevista, en la concertada hay mucho control patronal.
¿Crees que el sindicalismo es un ente a extinguir?
No, para nada. Tengo fe en el ser humano. Es verdad que en este momento de la historia estamos en una situación oscura, pero la humanidad siempre ha superado las situaciones oscuras como por ejemplo en el franquismo. La gente necesitada se acabará uniendo, tardará más o menos, pero lo hará. He podido comprobar como la gente ante un problema siempre se organiza.
¿Se ha acomodado el sindicato?
No creo que el sindicato se haya acomodado, además esa palabra tiene un trasfondo negativo presente en el discurso antisindical. El sindicato no se acomoda porque los trabajadores, con sus problemas, ejercen una presión constante que es como un motor que no deja que te pares.
¿Qué crees que pensaría Marcelino Camacho del sindicato actual?
No conozco a Marcelino Camacho a ese nivel, pero pienso que se identificaría con él. Sin embargo, las circunstancias antes eran otras.
¿Cuál es la valoración que haces de las luchas de los estudiantes de estos últimos tiempos: LOMLOE, LOMCE, 3+2, recortes, ¿etc.?
Las luchas de los estudiantes han ido al compás de los problemas que se han ido generando, estando más activos cuando han surgido dichos problemas. El sindicato siempre que ha podido colaborar con ellos, ha colaborado, como con cualquier otra asociación de trabajadores. Hay que señalar también que los cargos en los sindicatos de estudiantes son volátiles pues, como es entendible, la gente cuando termina de estudiar deja su cargo en dichos sindicatos.
¿Hay unión entre estudiantes y profesores para las luchas educativas?
A nivel de universidad lo desconozco y a nivel de enseñanzas medias hay un número pequeño de estudiantes movilizados como para poder hacer una valoración.
¿Consideras que la clase obrera del país está movilizada?
Está movilizada, pero en general no lo suficiente. A nivel de empresa la gente se moviliza más, pues el problema está más acotado. Los trabajadores responden cuando le aprietan.
¿Cómo podemos aumentar la conciencia de clase y la movilización de los obreros?
Evidenciando la utilidad de la organización de los trabajadores. Viendo como el sindicato si consigue cosas, como por ejemplo los ERTEs que nombramos antes o con la subida del salario mínimo ¿Qué hubiera pasado si el sindicato de clase no hubiera estado? Porque un sindicato corporativista no negocia esas cosas. Tenemos que llevar el sindicato a los puestos de trabajo.
¿Qué valor tiene la escuela en la sociedad actual?
La escuela garantiza el derecho fundamente a la educación, es un derecho que te permite evolucionar como persona, todo lo demás va detrás desmontando así el enfoque de ser un servicio a empresas.
¿Hacia dónde debería ir el sindicalismo?
Hacia el lugar donde de respuesta a los trabajadores. El sindicalismo no ha muerto, no está a la deriva. Mañana estará en medio de todos los conflictos de los trabajadores.
¿Hacia dónde irás tú?
Yo iré a mi puesto de trabajo, a mi trabajo como docente en un aula. Ahí viviré también el sindicalismo mucho más apegado al terreno, desde otra esfera totalmente distinta.