Vulva-Loo nace en 2018 del Sororidad Fest. De la necesidad acuciante de visibilizar a la mujer en un mundo, el de la música, sobrado de machismo en escenarios y pistas, emerge una banda que se atreve a interpretar sin titubeos estilos musicales muy diferentes, pero con sello característico y único. Cada directo de la banda formada por Ana (cantante) Míriam (guitarra) Ángela (guitarra) Carmina (bajo) Rosi (batería) nos deja siempre un poso combativo, a la par que un sonido bien estructurado, una actitud que contagia al público y unas bien cuidadas colaboraciones sobre el escenario.
Aprovechamos precisamente la edición de este año del Sororidad para charlar y entrevistar a dos de sus integrantes, Ana y Miriam
¿Como surge la idea de formar la banda?
A: Fue de manera casual, ni siquiera nosostras sabíamos que íbamos a formar una banda, en 2018 se iba a celebrar la 1ª Edición del Sororidad Music Festival, y no existía ninguna banda femenina en Albacete. Llamaron a Rosi para ver si podía reunir a unas cuantas mujeres para hacer algunas canciones. A partir de ahí el proyecto se fue consolidando hasta el día de hoy.
¿Cuál es el origen del nombre Vulva-loo?
A: Es un juego de palabras con el estilo musical Boogaloo, que como sabéis fusiona varios estilos: música afro-cubana como la salsa, el mambo y el cha-cha-cha, con el r&b y el rock&roll. Es una declaración de intenciones, pretendemos ensalzar a la figura de la mujer en la música de cualquier estilo.
Antes de formar Vulva-Loo todas habéis participado en otros proyectos, contadnos un poco por encima vuestra trayectoria.
Ana (cantante). Antes de formar parte de esta agrupación estudié en la Escuela de Música de La Roda. Allí toqué el clarinete en la Banda Municipal de Música, pero la verdad, coseché una especie de rechazo hacia este instrumento, por haber tenido que tocar en multitud de eventos en los que no me sentía cómoda, como procesiones religiosas. También canté durante 25 años en Coral Alceo, donde descubrí verdaderamente el potencial de la voz. Mi acercamiento a la música moderna me vino de la mano de bandas en La Roda como ‘T´apaña’, ‘Palitrueke’, ‘The Skafeinados’ o ‘Buhardijazz’, ahí tuve la oportunidad de descubrir un lado polifacético en mi voz, pues estas bandas abarcaban gran cantidad de estilos. Dí el salto a la escena musical albaceteña como corista con ‘Honky Tonky Sánchez’; en ese momento conocí a algunas de las que después seríamos ‘Vulva-loo’.
Míriam (guitarra). En mi caso, inicié mis estudios musicales con el piano, desde los 5 a los 15 años, cuando entonces un profesor del instituto me descubrió a Pearl Jam, y sentí la necesidad de abordar otro instrumento con el que poder tocar esos nuevos géneros para mí. Así pues, cursé de 3° a 5° en la Escuela de Música Moderna de Albacete, y sigo formándome en la actualidad con Kike Olivas (guitarra) e Isa Rodríguez (voz). Mis grupos anteriores fueron ‘The Streakers’ (junto a Ana, Esther, Laura y Almu) y ‘Zhass’ (junto a Isa, Esther, Juanan y Pablo), ambos de temas propios aunque de géneros diferentes, el primero de rock alternativo/pop y el segundo de hard rock/metal. En la actualidad, también formo parte de la banda ‘Pimpollo Reventón’, de música tropical, a los sintes y voz, con el que voy explorando poco a poco los procesos de síntesis, creación de sonidos y producción.
Ángela (guitarra). Comencé con la música en el conservatorio Profesional de música y danza, donde estudié guitarra clásica hasta acabar el profesional, pero siempre tuve ganas de tocar en un grupo, de hacer música con gente y me apunté a la EMMA. Tras un año allí, forme junto con Ángel, Diego, María Elena y Rubén ‘The Breath’, un grupo de versiones y temas originales de estilos como soul, blues y rock. Del que luego formaron parte Giuseppe, Tuti, Juan y Paco. Actualmente formo parte de la batucada ‘Los Sambasores’ desde hace muchos años y toco el bajo en el grupo ‘Vennus Aeterna’ (junto con Dolo, Chema, Albano y José)
Carmina (bajo). Yo comencé con una banda de covers de pop llamada ‘Patinetes Eléctricos’ que surgió del Taller de Pop de la EMMA, donde aprendí mucho y me lo pasé genial. También estuve en una banda de versiones de rock n’ roll de los años 50, ‘The Rollovers’, que siguen en activo, con un directo potente y un rollo muy chulo. También formé parte de ‘La Cruda’, una apuesta muy divertida y arriesgada con temas propios de pop formada por el artista y creativo Pablo Gallardo.
Rosi (batería). Yo empecé tocando con amigos, paralelamente estudié en el conservatorio 6 años, y luego fui a clases con distintos profesores de Valencia (Lucas Jimenez) y Murcia (Miguel Ángel Orengo y Marquina), buscando aprender a tocar diferentes instrumentos de percusión, estilos diversos, y así han sido también los grupos en los que he tocado: de pop y rock como ‘Iwanazul’, ‘SanGris’ o ‘Fernando Alfaro’, de flamenco como ‘Al chamaná’, o ‘Arte y compás’. He tocado en musicales como el ‘Flautista de Hamelin’, orquestas de rock como ‘Elektra’, de baile latino y folklore español como la ‘Show Band’, entre otros artistas con los que he tocado como ‘Honky Tonky Sánchez’, ‘Carletti Porta’, y otras bandas. Actualmente dirijo la batucada ‘Los Sambasores’ desde 2014, toco con los ‘Swinging Cats’ desde 2016, con ‘Karmento’ desde 2020, y con ‘Vulva-loo’ desde 2018.
Hablemos de vuestras influencias musicales: Habéis grabado versiones de Chaka Chan, Shocking Blue, Mari Trini… Un denominador común para reivindicar el peso de las mujeres en la historia de la música, pero en lo referido al estilo son conceptos muy diferentes, ¿Sentís inclinación sobre algún estilo en concreto por encima de otros?
A: No tenemos predileccción por ningún estilo concreto, desde que empezamos hemos intentado abarcarlos todos, con la limitación de nuestros propios conocimientos.
¿Diríais que vuestro estilo es más bien ‘woman-power?
A: Sí, eso sí es algo que desde el principio hemos tenido claro, que las mujeres en las canciones que seleccionamos para el repertorio tengan un peso importante, que sean canciones que reflejen el empoderamiento femenino, que sean himnos feministas.
En 2023 publicasteis una colaboración con Búfalo, Venus de Shocking Blue, darle ese rollo Southern a un tema psicodélico ha dejado un resultado inmejorable, ¿Cómo se forjó esa colaboración?
M: Búfalo es un grupo amigo con el que hemos cruzado caminos en varias ocasiones, y ambos estábamos interesados en grabar un videoclip rollo ‘tiny desk’, por lo que Juanma Gómez nos puso en aviso y tras una charla para ver cómo nos organizábamos, quedamos un par de veces para estructurar el tema. Finalmente, fue grabado en la Biblioteca Pública Municipal José Saramago por el Taller de Producción Audiovisual de la Universidad Popular de Albacete y Javi Montoya se ocupó del sonido.
Si pudieseis escoger un lugar y una banda con quien compartir escenario (sin importar si encuentra o no en activo) ¿Dónde y con quien elegiríais?
A: Esto nos pone muy tristes, porque el festival en el que muchas veces hemos fantaseado tocar es el Leturalma, y sabemos que el festival en sí es la menor de las preocupaciones de Letur, pero ojalá y aunque haya mucho trabajo por hacer para que este pueblo pueda volver a tener cierta normalidad, podamos tocar allí y que la Rozalén se haga un cameo.
De todos los bolos que habéis dado, ¿con cuál os quedáis?
M: Por escenario y enclave, siempre tendremos en nuestra memoria el de la carpa Viva la Feria 2022, abriendo para La Mari de Chambao, es un lujo tocar en un escenario de tal envergadura en nuestra ciudad; pero estamos muy a favor de los pequeños festivales locales, donde descubrimos a nuevos grupos y conocemos a personas muy bonicas.
Habéis tocado en un montón de eventos benéficos para diversas entidades, ¿consideráis que la música juega un papel clave para la concienciación en torno a problemáticas sociales?
M: Totalmente, la música es una herramienta muy poderosa para sensibilizar y movilizar a la gente en torno a cuestiones sociales, no solo crea un ambiente de unión, sino que también tiene la capacidad de contar historias que reflejan realidades de desigualdad, injusticia o sufrimiento, y esto motiva a la acción, ya sea a través de la reflexión, el voluntariado o las donaciones.
Además de visibilizar la importancia de las mujeres en el mundo de la música, tenéis que enfrentaros a un mundo aún muy masculinizado donde la presencia de mujeres sigue siendo minoritaria, desde vuestros inicios, ¿cómo valoráis la evolución de la escena musical en este sentido? ¿Se han dado pasos adelante en cuanto a la incorporación de la mujer a la música? ¿Diríais que dentro de la escena aún se sufre ‘suelo pegajoso’?
M: Bajo mi punto de vista, desde 2007-2008 la escena no hay cambiado mucho para nosotras. Sí es cierto que cada vez se mira un poco más por conseguir una cierta igualdad o incorporar grupos con músicas en festivales, pero todo esto aún deja mucho que desear, también en lo que respecta al trato hacia nosotras.
A: Como he comentado anteriormente, cuando empezamos en 2018 no existía, que tengamos constancia, ninguna otra banda íntegramente femenina ni en Albacete ciudad, ni en toda la provincia, ni en la región. Ninguna banda de mujeres en toda Castilla-La Mancha. Hoy por hoy, en Albacete, ya contamos unas cuantas (Septiembre en La Roda; Ensalada Huertana, Elche de la Sierra-Riópar; Ejazz Quintento en Albacete; Electrollanetes, en Albacete también). No parecen demasiado 5 grupos, pero es que el crecimiento ha sido de un 400%, que es muchísimo.
Pero a pesar de que somos más, sí que sigue habiendo unas cuántas barreras para nosotras, como el hecho de promotores, organizadores, técnicos de sonido, nos hablen y nos traten como si fuéramos idiotas (me ocurre habitualmente, y es algo que me repatea bastante), que el primero que pasa por allí me diga cómo debo manejar mi instrumento, que en este caso es mi voz con micrófono; a lo mejor yo he estado practicando a modificar el espacio acústico alejando o acercando el micro para conseguir distintos efectos, pero siempre llega el listo de turno a hacerme ‘mansplaning’ y decirme que me acerque al micro para cantar, o que no me acerque tanto.
En cuanto a la presencia de mujeres en los escenarios, es evidente que nos queda un largo camino para que exista un equilibrio, de hecho hemos tocado en varios festivales que aglutinan a mucha gente concienciada con la desigualdad que sufrimos las mujeres, y si nos querías ver por allí tenías que ir a la barra, no mirar al escenario.
Albacete no se ha distinguido especialmente por ostentar espacios donde bandas y artistas locales puedan desarrollarse, tampoco los colectivos lo tienen fácil para organizar conciertos, traer bandas de fuera, etc… ¿cómo valoráis la escena local?
M: Sinceramente, bastante complicada, cada vez hay menos salas, por lo que se tiene que planificar los bolos o pequeños festivales con demasiada antelación.
Echando la vista atrás, también parece que poco a poco se va perdiendo ese interés de la gente, o buen hábito digamos, que existía en la escena local hace años, por asistir a conciertos de grupos emergentes.
A: Es cierto que desde las instituciones parece que son más trabas que ayudas las que nos encontramos los colectivos que queremos desarrollar una actividad musical (por ejemplo, en La Roda, donde vivo, existen locales de ensayo del Ayuntamiento a precios módicos, que permiten a bandas que empiezan, tener algo de solvencia, eso es algo que en Albacete quizá estaría bien; también estaría bien ponerle las cosas fáciles a asociaciones o salas de particulares para la realización de actuaciones en directo, creando condiciones para conseguir los permisos necesarios para tocar. Todo esto ayudaría primero a que las bandas albaceteñas tuviésemos espacios donde desarrollarnos, y segundo tendríamos la posibilidad de conocer el trabajo de otros).
En cualquier caso, ante la adversidad se pueden seguir dos caminos, el de la frustración y la desgana: como las cosas no son fáciles, no las hago; o el camino de voy a conseguir hacer lo que quiero con ayuda o sin ella; en ese sentido, cuando empezamos tuvimos la gran suerte de estar cerca de Asociación Cultural Nexo Albacete, a la que ahora también pertenecemos, y gracias a que muchas personas peleamos para la autogestión de un espacio cultural propio, tenemos acceso a una infraestructura y una red que nos permite crecer y conseguir objetivos que solas no podríamos.
Antes de acabar, ¿qué planes y proyectos tenéis para el futuro? A: Nuestros planes para el futuro van encaminados hacia la gestión del grupo, porque es verdad que hemos hablado de influencias o estilos musicales, pero hay algo tan importante o más que la música, y es el grupo. Durante estos 6 años que llevamos de andadura nos hemos encontrado con el gran problema que supone poner de acuerdo los intereses individuales de cada una de nosotras con un objetivo común. Vivimos en un mundo cada vez con más tendencia a la individualidad, el egoísmo, la competitividad,… En este contexto, con esta educación, cómo conseguimos comunicarnos y expresar nuestros deseos o necesidades, a veces se hace muy difícil porque a menudo confrontan con los de las demás. Quizá la parte más compleja en la que llevamos todos estos años trabajando no ha sido hacer a Whitney Houston o Rocío Jurado, ha sido continuar queriéndonos a pesar de nuestras diferencias.