Una red criminal asentada en Albacete y la localidad de Casas de Juan Núñez ha sido desmantelada tras aprovecharse de la vulnerabilidad de trabajadores inmigrantes en situación irregular. La organización captaba a estas personas, les proporcionaba alojamiento en condiciones precarias y les imponía jornadas laborales de hasta 12 horas, cobrando por el transporte, la vivienda y hasta la comida que recibían en los lugares de trabajo.
El grupo criminal realquilaba inmuebles en Albacete y Casas de Juan Núñez a estos trabajadores por precios desorbitados y en pésimas condiciones de habitabilidad, llegando a hacinar a 30 personas en una misma vivienda. En algunos casos, se les cobraba hasta 120 euros por dormir en colchones tirados en garajes o azoteas. Además, facilitaban documentación de otras personas extranjeras con residencia legal para que pudieran ser empleados sin ser detectados.
En la fase final de la operación, se liberó a 30 trabajadores explotados en Albacete y Casas de Juan Núñez y se bloquearon cuentas bancarias con más de 35.000 euros, procedentes de la actividad ilícita. También se confiscaron documentos fraudulentos y registros contables que evidencian el beneficio obtenido a costa de los temporeros.
Algunos empresarios del campo aseguran sentirse perseguidos cuando se realizan inspecciones laborales, como ha señalado Asaja. Sin embargo, casos como este demuestran que las inspecciones son insuficientes y que es imprescindible la organización de los trabajadores para erradicar las prácticas de explotación.
Además de la explotación laboral, el colectivo de temporeros está sufriendo una campaña de criminalización y racismo por parte de Vox en Albacete, lo que agrava aún más su situación de vulnerabilidad.