Los bombardeos han provocado la jornada más letal del conflicto, mientras hospitales colapsados y la comunidad internacional piden el fin de la violencia.
Los bombardeos israelíes en Gaza han causado la muerte de más de 400 personas en las últimas horas, según informaron las autoridades sanitarias palestinas, en una nueva escalada que pone fin a semanas de negociaciones estancadas sobre la prórroga del alto el fuego. En una serie de ataques aéreos que alcanzaron decenas de puntos en la madrugada del martes, el Ejército israelí ha intensificado su campaña militar en el enclave palestino.
Se han registrado bombardeos en el norte de Gaza, la Ciudad de Gaza, así como en Deir al Balah, Jan Yunis y Rafah, situadas en el centro y sur de la Franja. Las autoridades sanitarias locales informan de al menos 404 muertos y 562 heridos, además de un número indeterminado de desaparecidos. Según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), más de 130 niños y niñas han perdido la vida en este ataque, lo que supone la jornada más letal para menores en el último año.
El Ejército israelí ha asegurado que los ataques continuarán «el tiempo que sea necesario» y que no se limitarán a bombardeos aéreos, lo que hace temer una reanudación de los combates terrestres. «Hamás ya ha sentido nuestra fuerza y esto es solo el comienzo», ha afirmado el primer ministro Benjamín Netanyahu, mientras que el ministro de Exteriores, Gideon Sa’ar, ha confirmado que la ofensiva «continuará en los próximos días».
Evacuaciones y hospitales colapsados
Tras los bombardeos, el Ejército israelí ordenó la evacuación de los palestinos que residen en los límites de la Franja, incluidas las localidades de Beit Hanoun y Khuza’a, así como los suburbios de Abasan en Jan Yunis. «Estas áreas designadas se consideran zonas de combate peligrosas», indicó el portavoz en árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel, Avichay Adraee.
Mientras tanto, los hospitales de Gaza, ya colapsados tras 15 meses de ataques ininterrumpidos, han sido escenario de escenas desgarradoras. La Media Luna Roja Palestina informó que sus equipos atendieron a 86 fallecidos y 134 heridos, aunque la cifra real podría ser mucho mayor. En el hospital Nasser de Jan Yunis, el Al Aqsa en el centro de Gaza y el Al Ahly en la ciudad de Gaza, se han recibido al menos 85 cuerpos, según informaron sus responsables.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se ha declarado «conmocionado» por los ataques y ha hecho un «enérgico llamamiento» para restaurar el alto el fuego y permitir la asistencia humanitaria. Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, se ha manifestado «horrorizado» por los bombardeos y ha advertido que «la pesadilla debe terminar inmediatamente».
Desde Washington, la Casa Blanca ha confirmado que Israel consultó con la administración estadounidense antes de ejecutar los ataques y ha responsabilizado a Hamás del regreso de los combates. «Hamás podría haber liberado a los rehenes y extendido el alto el fuego, pero eligió la negativa y la guerra», declaró Brian Hughes, portavoz del gobierno estadounidense. Hamás, por su parte, ha acusado a Estados Unidos de «complicidad directa» en los ataques israelíes y ha pedido la intervención de la comunidad internacional.
Un conflicto que no cesa
La ofensiva israelí ha destruido gran parte de la infraestructura de Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, tras el ataque de Hamás en territorio israelí, que dejó 1.200 muertos y resultó en la captura de 251 rehenes. La respuesta militar israelí ha causado más de 48.000 víctimas mortales palestinas y ha sumido a la Franja en una crisis humanitaria sin precedentes.
Pese a los esfuerzos de mediadores internacionales, las negociaciones para una tregua duradera han fracasado hasta el momento. Israel exige la liberación de los 59 rehenes que aún permanecen en Gaza, mientras que Hamás insiste en un alto el fuego permanente y la retirada total de las tropas israelíes. Con la intensificación de los bombardeos y el posible reinicio de la ofensiva terrestre, la paz en la región sigue pareciendo una posibilidad lejana.
Fuente: Mundo Obrero