El reciente pleno municipal ha revelado una preocupante realidad sobre la gestión del alcalde Desiderio Martínez. Después de años de promesas incumplidas, los munereños hemos sido testigos de una desilusión palpable en relación a la reforma y ampliación del centro de salud, una iniciativa que se había prometido en las dos últimas campañas electorales. En su última intervención, en respuesta a mis preguntas, el alcalde se despojó de la careta, confirmando que no se llevarán a cabo las mejoras anunciadas, lo que plantea serias interrogantes sobre la transparencia y el compromiso del gobierno local.
Además, la situación de la residencia de ancianos es igualmente alarmante. Tras casi un año de inactividad, el alcalde insinuó que la empresa concesionaria reanudaría la construcción «cuando le venga en gana», desestimando mis solicitudes para exigir celeridad en la obra. Esta actitud refleja una falta de responsabilidad y una evidente negligencia, pues el proyecto debería estar finalizado en febrero de 2024, según lo estipulado en el pliego de condiciones y el contrato.
Para empeorar la situación, a pesar del incumplimiento del contrato el alcalde ha concedido una rebaja del 50% en el Impuesto sobre Construcciones y Obras (ICIO), lo que representa una reducción de más de 40.000 euros en ingresos para el municipio. A pesar de mis exigencias para que esta rebaja fuera revocada, el alcalde se ha comprometido a mantenerla, alegando que «le dio su palabra». Este acto no solo contradice el interés público, sino que también agrava el incumplimiento de los compromisos contractuales con la empresa concesionaria.
Es preocupante que el alcalde priorice la ejecución del proyecto sin implementar medidas que aseguren su cumplimiento. La falta de acciones concretas para obligar a la empresa a concluir la obra a tiempo, junto con la concesión de beneficios fiscales, socava la confianza de los ciudadanos en sus representantes.
En resumen, las recientes declaraciones del alcalde Desiderio Martínez no solo evidencian un incumplimiento de sus promesas, sino que también ponen de manifiesto una gestión que carece de la firmeza necesaria para garantizar el bienestar de la comunidad. Es imperativo que los munereños exijamos transparencia y responsabilidad a nuestros gobernantes, para que no se repitan estos hechos en el futuro.
Juan Miguel Torres – portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Munera.