La dignidad de los presos políticos en la Prisión Provincial de Albacete
Los años cuarenta fueron terribles en nuestro país. La derrota, el hambre,… y las cárceles franquistas repletas de presos que esperaban su juicio, la ejecución de sus sentencias o simplemente conocer cuál sería su destino.
Y la Prisión Provincial de Albacete no era una excepción. Allí se hacinaban centenares de presos republicanos en condiciones infrahumanas, hambre, enfermedades y falta de higiene.
Franco tenía por costumbre venir a Albacete todos los años a cazar perdices a la finca “Orán” de su amigo Mateo Sánchez Rovira, cerca de Pozohondo. La carretera, que era de tierra, solo estaba asfaltada en el tramo que recorría los dominios de Mateo Sánchez. La carretera atravesaba varias aldeas antes de llegar a la finca. Una de ellas tenía por nombre “Campillo del Hambre”. Parece que al dictador no le agradaba y con el tiempo pasó a llamarse “Campillo de la Virgen” en la década de 1960.
Estas cacerías se realizaron entre 1940 y 1972. En la cacería de 1947,no se sabe muy bien si fue por su carácter bondadoso y cristiano o por los efluvios de las etílicas sobremesas después de la cena. Pero lo cierto, es que ese día el general tomó una decisión.
Aquel año el exceso del producto de la escopeta nacional sería destinado a los presos de la Prisión Provincial de Albacete y así lo ordenó.
Un ejemplo de dignidad.
Los presos recibieron la noticia con sorpresa. No conocían la magnanimidad del general. Sin embargo, unos 60 presos comunistas que se encontraban presos en la Prisión Provincial de Albacete no tardaron en adoptar una decisión: rechazaron la generosa oferta. Esta decisión tuvo consecuencias, pues fueron derivados a zonas de aislamiento en la prisión.
Ni el hambre, ni las privaciones consiguieron doblegar la firme decisión. Estos comunistas que estaban condenados a muerte o a largas penas de prisión no se humillaron ante el general felón y sufrieron la represalia y el aislamiento en prisión.
Un ejemplo de dignidad y coherencia que nos provoca admiración.