El pasado domingo 10 de noviembre, Albacete fue testigo de una manifestación convocada por la Plataforma Albacete por la Vivienda que puso de manifiesto una de las problemáticas más urgentes de nuestra ciudad: el acceso a la vivienda.
A las 12 del mediodía, la céntrica Plaza Gabriel Lodares se convirtió en el punto de partida de una marcha que reunió a alrededor de un centenar de personas comprometidas con la defensa de un derecho que, aunque recogido en la Constitución, está cada vez más lejos de ser una realidad para muchas familias trabajadoras.
La manifestación, convocada por la Plataforma Albacete por la Vivienda y respaldada por diversas organizaciones sociales y partidos políticos de la ciudad, entre los que se encuentra el PCE en Albacete, cuya militancia se unió a la movilización, reflejó la indignación generalizada ante la creciente precariedad en el acceso a la vivienda. Los precios de los alquileres no han hecho más que escalar en los últimos años, haciendo que cada vez más personas se vean forzadas a destinar una parte desproporcionada de sus ingresos a mantener un techo sobre sus cabezas. Un techo que, como se insistió en la movilización, es un derecho y no un bien que deba estar sujeto a la especulación del mercado.
Durante el recorrido, los manifestantes entonaron consignas criticando el abuso de los altos precios de alquiler y las ganancias de los rentistas, entre otras, con pancartas que exigían cambios radicales en las políticas de vivienda.
La manifestación finalizó sobre las 13:30h en plaza del Altozano, donde se leyó el manifiesto de los convocantes, en el que se apuntaba la necesidad urgente de una intervención estatal que regule los precios del alquiler y promueva el incremento de la vivienda pública, así como la necesidad de organizarse en defensa del derecho a la vivienda.
Desde las organizaciones participantes se criticaron las medidas recientes que, en lugar de proteger a los inquilinos, han favorecido las ganancias de los grandes propietarios y rentistas. Los manifestantes exigieron que se ponga fin a la especulación y que se tomen medidas que impidan que el derecho a un hogar quede supeditado a los vaivenes del mercado y al beneficio de unos pocos.
Entre las medidas defendidas destacan la regulación de los precios de alquiler, el fomento de un parque de vivienda pública que garantice la accesibilidad a todos los sectores sociales y la protección ante desahucios.
La manifestación concluyó con un llamamiento claro: Albacete no se quedará callada mientras se vulnera el derecho a la vivienda. La lucha por una ciudad donde todos puedan vivir sin miedo a perder su hogar continuará en las calles y en los espacios de debate, porque el derecho a la vivienda no es una mercancía; es un principio que debe ser defendido con firmeza.
Con movilizaciones como esta, la ciudad demuestra que el movimiento obrero y popular sigue vivo, alzando la voz frente a las injusticias y reclamando lo que es de todos: una vida digna, un hogar seguro.