Intervención en el homenaje realizado al camarada Asterio Leal Utiel en Madrigueras el pasado día 15 de diciembre, a cargo de Cari Cano en representación del núcleo del Partido Comunista de España en Albacete.
Estamos aquí reunidos y reunidas para rendir homenaje a nuestro camarada, un hombre que dedicó su vida a la lucha por un mundo más justo.
Su nombre, procede del griego asteríe y este del común áster, estrella. Y así lo fue para quienes le rodeábamos, una estrella. Pero no esas de la Tv ni de los salones de la fama, sino como una estrella de luz que nos servía para ubicarnos en todo momento.
Como sabemos, ser comunista no es solo una afiliación política, es una forma de vida. Es luchar por la igualdad de todas las personas, por la solidaridad entre los pueblos y la construcción de una sociedad sin clases sociales.
Y Asterio es el ejemplo perfecto de este ideario.
No desgranaré aquí hoy en mi breve intervención sus datos biográficos, de los que ya se ha hecho referencia abundantemente, pero sí voy a destacar, entre otros muchos, tres rasgos de su personalidad que considero fundamentales: su dedicación, su inteligencia y su integridad.
Respecto a su dedicación, cabe decir que su militancia estuvo ligada siempre a su vida. Y cuando digo siempre, quiero decir siempre. Valga como ejemplo no solo su militancia en el Partido, sino su dedicación a iniciativas como El Foro por la Memoria de Albacete.
En cuanto a su excepcional inteligencia, su capacidad de análisis y su profunda comprensión de la realidad social y política, lo convertían en una fuente de cultura y de conocimientos.
No solo para el resto de camaradas, sino en cualquier contexto en el que se encontrara, convirtiéndose en obligado referente.
Si se me permite una pequeña anécdota, su increíble memoria acerca de datos históricos, hacía que cuando necesitábamos conocer alguna información, dijéramos: “esto hay que preguntárselo a la KGB”; podéis imaginar a quién nos estábamos refiriendo.
Ya que él se preocupaba siempre de tener una abundante información acerca de todos los asuntos.
Como he adelantado, también quiero referirme a su integridad política y moral; las cuales siempre fueron un ejemplo para nosotras y nosotros.
Sus opiniones siempre iban acompañadas de argumentos sólidos, lo cual hacía que fuese respetado, incluso, por quienes se encontraban en posturas políticas totalmente antagónicas.
Él nunca comprometió sus valores, hasta tal punto que se podría decir que “estaba en la oposición hasta dentro de la oposición”.
Esta coherencia política, que compartía con Anita, les supondría frecuentemente importantes sacrificios.
Por ello, quiero aprovechar esta ocasión como mujer comunista que soy, para reivindicar el trabajo de las camaradas en la construcción y sostenimiento del Partido; algo no siempre visibilizado ni reconocido.
En definitiva, Asterio nos enseñó que la lucha por la justicia es un camino largo y difícil, pero que vale la pena. Que la solidaridad es la fuerza que nos une y que la esperanza es el motor que nos impulsa a seguir adelante, incluso en los momentos más oscuros.
Por todo ello, es nuestro deber como camaradas mantener viva su memoria. Que su ejemplo nos inspire a continuar la lucha y a mantener vivos los principios comunistas, que él tan fervientemente defendió.
En cada lucha, en cada victoria, en cada nuevo desafío, sentiremos su presencia. Como estrella nuestra que es, su ejemplo nos guiará y nos dará la fuerza para seguir adelante.